viernes, 21 de diciembre de 2007

"Parmigiano de montagna"


Llegamos a Parma pronto por la mañana, con tiempo para dar un paseo y hacer algunas compras antes de visitar al primer cliente del día. La ciudad es tan bonita y cargada de historia como todas las ciudades italianas que he conocido. Una compra obligada es por supuesto el queso Parmigiano, así que fuimos a una increíble tienda, con esos enormes quesos de 20 kilos, cuyo olor se apreciaba tres manzanas de distancia. Haciéndome la mujer de mundo, le pedí a la tendera medio kilo de Parmigiano Regiano. Muy circunspecta, ella me preguntó que de dónde lo quería.
- Mmmm, ¿qué opciones tiene?
- De valle, de colina o de montaña, respondió, el sabor es muy distinto porque las ovejas comen hierba distinta, y me dio a probar un poco de cada uno para que eligiera.
Yo no noté ninguna diferencia, pero elegí el de montaña con cara de convencida, pensando que una vez más los italianos me habían sorprendido en lo que a gastronomía se refiere.
Ese mismo día probé por primera vez el culatello…

2 comentarios:

Syngamus dijo...

He tenido que buscar que era el culatello...

Mary Rogers dijo...

me voy en busca del culatello, el aroma del queso queda dando vueltas...Feliz Navidad viajera!