lunes, 1 de diciembre de 2008

Amanece


El avión está retrasado. No, no es posible, hoy es viernes, por favor...
El vuelo ha sido cancelado. No te creo, júrame que no es verdad.
Dormiremos en un hotel en Basilea, mañana a las 5 de la mañana volvemos al aeropuerto.
Mal rayo parta a las low cost.
No quiero mirar por la ventanilla. Es sábado y estoy viajando. Estoy volando en vez de mirando por la ventana el otoño del monte con un café entre las manos.
No quiero mirar y de pronto lo veo. Veo amanecer en los Alpes. Veo la nieve de las cumbres que empiezan a brillar con el primer rayo del sol.
Está bien, lo admito: casi ha merecido a pena. Soy una privilegiada porque he visto ese increíble amanecer. ¿Por qué no consigo que el mal humor me dure algo más?

No hay comentarios: